Durante el proceso de fabricación, las chapas son sometidas a laminación en caliente y en frío, lo que aporta unas propiedades mecánicas al material. Sin embargo, durante este proceso, la chapa adopta defectos de forma y en su interior se generan elevados niveles de tensiones residuales que hacen que la calidad de la chapa no sea la adecuada. Estos efectos se ven incrementados en el curso del bobinado, donde la chapa tiende a adoptar la forma de la bobina. Por todo esto, las tolerancias de planitud y especificaciones del material demandadas por el mercado no pueden ser alcanzadas mediante el proceso de laminado únicamente. Son necesarias la corrección de estos defectos de chapa y la liberación de tensiones residuales en el interior del material. Una de las máquinas más ampliamente usadas para este fin es la máquina aplanadora por rodillos.
Una máquina aplanadora de rodillos está formada por dos hileras de rodillos. La hilera superior está diseñada con una inclinación que provoca que la deformación inducida por los primeros rodillos sea elevada y que esta vaya decreciendo a medida que se avanza hacia los últimos rodillos.
La chapa pasa a través de los rodillos y se dobla alternativamente provocando que las fibras de la superficie estén sometidas a esfuerzos de tracción y compresión alternativamente. Cuando la chapa está en contacto con un rodillo, las fibras externas más alejadas del rodillo se encontrarán en estado de tracción, mientras que las fibras externas más cercanas al rodillo estarán en un estado de compresión al mismo tiempo.
KONIKER es especialista en el desarrollo de máquinas y el estudio del proceso de aplanado de materiales metálicos, tanto aceros como aluminios. Expertos en el ámbito de la aplanado e inspección de materiales de KONIKER aportan todo su saber hacer para mejorar el comportamiento de las actuales instalaciones, incluso proponiendo modernizaciones que favorecen la mejora de la productividad y mejor control de la ventana de proceso que asegura la calidad.
