Electrodomésticos

La industria del electrodoméstico mundial está en pleno proceso de transformación digital, tanto porque los propios electrodomésticos deben evolucionar para cumplir las expectativas de los consumidores, así como porque las plantas productivas están bajo una gran presión por mantener su competitividad. Si a esta tendencia le sumamos las últimas fusiones y absorciones de OEM para configurar grupos industriales más fuertes, se podría decir que el sector está a las puertas de sufrir una transformación de su modelo de negocio.

Los electrodomésticos de línea blanca están sufriendo grandes cambios orientados a la mejora de la eficiencia energética, así como de diseño y conectividad. Entre los más reseñables podríamos mencionar el uso de superficies funcionales en las partes de visibles (recubrimientos hidrófugos y antihuellas), así como de diseño que generalmente pasan por geometrías más complejas y materiales más difíciles de procesar.

En este contexto de elevada competencia, las empresas buscan reducir costes aprovechando las economías de escala, persiguen lograr la diferenciación de sus productos, el desarrollo de nuevos productos y tratan de potenciar la asistencia post-venta como vía de captar y fidelizar a los clientes.

Si analizamos las tendencias del sector podemos identificar retos relacionados con procesos y materiales entre los que se puede destacar:

  • Aceros inoxidables con recubrimientos
  • Plegado y control de la recuperación elástica del material
  • Automatización
  • Control en proceso de la calidad dimensional de las piezas
  • Adaptabilidad y flexibilidad de los medios productivos
  • Sensorización de procesos

KONIKER pone a disposición del sector de línea blanca sus conocimientos en el desarrollo de procesos y medios productivos capaces de satisfacer la necesidad de cambios de modelos y materiales, todo ello alineado con aplicación de las nuevas tecnologías dentro del paradigma industria 4.0.

Entre las líneas de investigación de KONIKER podemos destacar aquellas que se desarrollan con los fabricantes de materia prima para evaluar la viabilidad técnico-económica de su procesado, así como investigaciones orientadas a conseguir máquinas inteligentes y con alto grado de automatización capaces de adaptarse y auto-aprender para mantener el nivel de calidad óptimo.